15 dic 2012
Un acantilado de Villaviciosa alberga un yacimiento con huellas de dinosaurio de relevancia mundial, desveló ayer el geólogo y director científico del Museo del Jurásico de Asturias (Muja), José Carlos García Ramos. El científico lanzó el anuncio mientras explicaba los pormenores del rescate, la próxima semana, de dos enormes bloques de roca con restos fósiles en las inmediaciones de Quintueles (Villaviciosa) y Lastres (Colunga). La operación requerirá la utilización de un helicóptero del Ejército español, un Boeing CH-47 «Chinook», de treinta metros de longitud (el doble que un autobús no articulado) y cinco metros de altura.
El yacimiento hallado en la costa maliaya, que aún está siendo estudiado por el equipo científico que encabeza García Ramos, contiene huellas «muy raras», apenas vistas en otros lugares del mundo. Es un yacimiento «perecedero», pues corre riesgo de desaparecer por la acción del mar y los argayos. García Ramos, que presentará el yacimiento de manera oficial dentro de unos meses, pretende «reproducirlo entero». Para ello busca financiación desde hace tiempo. El yacimiento está situado en una zona ya conocida anteriormente, aunque no señalizada, de la denominada «ruta de los dinosaurios», que une Gijón y Ribadesella.
García Ramos destacó que la costa asturiana es una fuente «inagotable» de huellas fósiles, un «yacimiento inacabado, que seguirá generando icnitas durante generaciones». Tanto es así que sólo los hallazgos de la última década ya han hecho que el Muja se quede pequeño. García Ramos y su equipo vigilan la costa asturiana, donde ya se ha registrado alguna pérdida de «piezas excepcionales». Nada se puede hacer: «Es inevitable, por la acción del mar y los desprendimientos». Y tampoco hay tiempo material para rescatar todos los hallazgos, pues «raro es el día que no hallamos una pieza nueva», añadió.
Precisamente «nuevo» no es uno de los dos grandes bloques que se rescatarán con ayuda aérea la próxima semana. El de Quintueles, en concreto, es conocido desde hace catorce años, cuando fue descubierto por una vecina del lugar, Victoria Álvarez. El equipo científico del Muja fue advertido del hallazgo por otra vecina, Paz Cifuentes, amiga de la anterior.
El de Quintueles es un fósil situado en un bloque de 2.600 kilos, con 1,35 metros de largo, 1,06 de ancho y 68 centímetros de grosor, hallado en los acantilados de Aranzón, al este de la playa de Ñora. Tiene unos 152 millones de años e incluye un esqueleto parcial de dinosaurio. Los huesos aparecen articulados en su posición anatómica, lo que implica que el animal, un pequeño ornitópodo vegetariano, pudo ser arrastrado por una corriente de agua en el lecho arenoso de un cauce fluvial próximo a la desembocadura de un delta. El dinosaurio quedó sepultado vivo o recién muerto en la arena del cauce del río durante una gran avenida.
Las icnitas de los acantilados de la ensenada de El Sable, al oeste del cabo de Lastres, en Colunga, fueron descubiertas por una de las integrantes del equipo científico del Muja, Laura Piñuela, en marzo de 2011. El bloque de arenisca tiene dos huellas de dinosaurio, pesa unos 1.300 kilos y mide 2,15 metros de largo por un metro de ancho y 24 centímetros de grosor. Las huellas se corresponden con dos pisadas consecutivas de un dinosaurio de 1,6 metros de alto (hasta la cadera) y fueron impresas por un terópodo (bípedo y carnívoro) mientras se desplazaba por una superficie de barro.
El rescate de los dos grandes bloques de arenisca requerirá, debido a su peso, la utilización de un helicóptero «Chinook» del Ejército de Tierra con base en Colmenar Viejo (Madrid), en una operación en la que, además de aquél, ha participado la Fundación HC Energía. El rescate del esqueleto de Quintueles será el lunes, a partir de la una de la tarde, mientras que el de las icnitas de Lastres será al día siguiente, a partir de las once de la mañana.
Fuente:
lne.es
