Como tantas otras especies animales, terminaron por desaparecer
aunque sus estrategias evolutivas les permitieron sobrevivir a la gran
extinción que acabó con los dinosaurios hace 66 millones de años. Los
multituberculados, un orden de mamíferos emparentado con los roedores,
desarrolló una serie de características que hizo posible que vivieran 32
millones de años más que los dinosaurios.
Un estudio publicado esta semana en la revista 'Nature'
sugiere que estos pequeños animales lograron adaptarse al nuevo entorno
gracias a los cambios que se produjeron en su dentadura y en el tamaño
de su cuerpo.
Los investigadores de la Universidad de Washington
que firman este estudio creen que estos mamíferos lograron sobrevivir,
en parte, porque desarrollaron numerosas protuberancias o bultos en los
dientes posteriores.
La evolución de su dentadura les permitió ampliar su dieta y alimentarse de una mayor variedad de plantas. En concreto, podían comer angiospermas (plantas con flores), que eran muy abundantes en aquella época.
Los animales carnívoros, señalan los autores, tienen una dentadura
relativamente simple. La comida se descompone con facilidad, por lo que
no necesitan que sea muy sofisticada. Sin embargo, la de los herbívoros
es más compleja para permitirles triturar las plantas de las que se
alimentan.
Para llevar a cabo este estudio, los investigadores examinaron fósiles de dientes de 41 especies de multituberculados procedentes de colecciones de todo el mundo.
Utilizaron un láser y un escáner (tomografía computarizada, TC) para
obtener imágenes en tres dimensiones a muy alta resolución. Combinando
estas imágenes con un software de información geográfica sobre los
lugares en los que habían vivido, pudieron analizar la forma de los
dientes. Las dentaduras más complejas, señalan, presentaban muchos
bultos.
La ilustración de la izquierda muestra cómo su dentadura evolucionó
de forma paulatina, de una estructura muy simple (imagen superior) hacia
otras más complejas. La dentadura situada abajo (d) corresponde al de
un multituberculado que vivió hace unos 66 millones de años, cuando se
extinguieron los dinosaurios.
Los paleontólogos explican que hace 170 millones de años, los multituberculados tenían el tamaño de un ratón. Las plantas angiospermas comenzaron a aparecer hace 140 millones de años. A partir de entonces el cuerpo de estos mamíferos fue creciendo paulatinamente, hasta alcanzar el tamaño de un castor.
Cuando los dinosaurios se extinguieron, hace 66 millones de años, los
multituberculados siguieron expandiéndose, logrando estar presentes en
buena parte del Hemisferio Norte. Sin embargo, paulatinamente, otros
mamíferos, sobre todo primates, roedores y ungulados (mamíferos
placentarios) también fueron consiguiendo ventajas evolutivas y
convirtiéndose en competencia para los multituberculados, pues se
alimentaban de la misma comida. Finalmente, estos pequeños roedores
acabaron por extinguirse hace unos 34 millones de años, según calculan
los paleontólogos.
Fuente: Diario Crónicas y El Mundo


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