9 feb 2013
Investigadores de las universidades de Barcelona y Kansas (Estados Unidos) han descubierto una nueva araña fósil en el yacimiento de ámbar de la cueva de El Soplao, con unos rasgos desconocidos hasta ahora, especialmente su largo cuello proyectado hacia delante.
La araña ha sido bautizada como "soplaogonomegopsunzuei", en honor al yacimiento cántabro, y su descubrimiento será publicado esta semana en la revista internacional de paleontología "Journal of SystematicPalaeontology", ha informado hoy el Gobierno de Cantabria.
En el estudio que publicará esta revista se informará también sobre otras tres nuevas arañas que han sido descubiertas en los yacimientos de ámbar de Peñacerrada I (Burgos) y San Just (Teruel).
Todas pertenecen a la familia de los "lagonomegopidae", de hábitos y parentesco inciertos y que se caracterizan por sus ojos de gran tamaño, desconocidos en las arañas actuales.
Estas arañas, que no superan los dos milímetros, vivieron hace 110 millones de años, en el Cretácico, cuando el territorio ibérico era una isla de clima subtrópical.
Según explica el Gobierno regional en un comunicado, los "lagonomegópidos" presentaban una distribución muy amplia en el Cretácino y los investigadores creen que no sobrevivieron a la gran extinción que acabó con los dinosaurios.
Anteriormente se han descrito arañas de este grupo en yacimientos de ámbar de Israel, Myanmar, Rusia, Estados Unidos y Canadá pero su diversidad es menor que la de los fósiles que se han descrito en el ámbar español.
Los autores del descubrimiento y del estudio sobre las nuevas arañas son Ricardo Pérez de la Fuente, del Departamento de Estratigrafía, Paleontología y Geociencias Marinas de la Universidad de Barcelona y Erin E. Saupe y Paul A. Selden, de la Universidad de Kansas.
Es el cuarto descubrimiento en El Soplao que ve la luz desde abril de 2012, tras el de la Zaccagnaita-3R, de los doce tipos distintos de microbios hallados en los estromatolitos de la cueva y de la "Crisopa alucinante de Diógenes', la más antigua larva de insecto camuflada que vivió durante el Cretácico, en el que también participó Pérez de la Fuente.
Los trabajos de los investigadores han contado con el apoyo, entre otros, del Gobierno de Cantabria y de la Dirección General de Patrimonio Cultural del Gobierno de Aragón.
El nuevo estudio se enmarca dentro de las investigaciones del proyecto AMBARES (acrónimo de ámbares de España) del Ministerio de Economía y Competitividad, en el que también participan otras instituciones como el Instituto Geológico y Minero de España.
Fuente: Abc
