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- Fósil señala que las tortugas gigantes vivían en la Amazonía antes de emigrar a Galápagos
Posted by : Unknown
26 may 2013
Una tortuga prehistórica de un metro de altura hallada en la Amazonía brasileña es considerada por los paleontólogos como el más probable ancestro de las tortugas terrestres gigantes que viven exclusivamente en el archipiélago ecuatoriano de Galápagos.
El Chelonoidis prehistórico, el mayor de su género descubierto hasta
ahora en el mundo, fue reconstruido por paleontólogos de la brasileña
Universidad Federal de Acre (UFAC) a partir de fósiles encontrados en
1995 en medio de la Amazonía y nunca analizados.
"Invertimos casi dos años de trabajo para reconstituir el animal como
era originalmente pese a que contábamos con el plastrón (la parte
ventral) completo y con casi el 60% del caparazón", dijo el zoólogo
Edson Guilherme, investigador de la UFAC que coordinó el proyecto.
"Sabíamos que en los depósitos del laboratorio de paleontología de la
universidad teníamos guardados los fósiles de la que podía ser mayor
tortuga terrestre de Suramérica y decidimos montarla con sus partes
originales y otras reconstituidas gracias a los datos recopilados por
los estudios paleontológicos", agregó.
El fruto de ese trabajo fue una tortuga de piedra, yeso y espuma con un
metro de altura, 1,65 metros de largo y 0,90 metros de ancho que
reproduce al animal que vivió en la Amazonía hace unos ocho millones de
años y que es muy parecido, aunque mayor, al que hoy vive en las islas
del océano Pacífico frente al litoral de Ecuador.
Guilherme, un zoólogo que se especializó en paleontología, explicó que
hay registros de partes de fósiles de Chelonoidis gigantes prehistóricos
en otros países suramericanos, pero ninguno del tamaño del hallado en
Acre, un estado amazónico en el extremo occidental de Brasil y
fronterizo con Bolivia.
El especialista agregó que los análisis preliminares permiten decir que
se trata de un animal del género Chelonoidis que vivió en el período
del Mioceno.
"Existe una especie muy parecida ya descrita en Argentina, pero no
sabemos si el nuestro es de la misma especie o de otra. Aún son
necesarios estudios anatómicos para identificar su especie", dijo.
Según el zoólogo, la tortuga hallada en Acre tiene dos veces el tamaño
de las hoy endémicas de Galápagos, el archipiélago ecuatoriano en el
océano Pacífico a casi mil kilómetros de la costa que es una de las
áreas más ricas en biodiversidad del mundo.
"Los probables ancestros eran muy superiores cuando estaban en el
continente, pero los que llegaron hasta Galápagos sobrevivieron, aunque
con una evolución diferente que les redujo el tamaño", afirmó.
En su opinión, las tortugas gigantes que permanecieron en el continente no sobrevivieron al parecer por los cambios climáticos.
En cuanto a la relación de las tortugas que se extinguieron en el
continente con las que sobrevivieron en las islas Galápagos, afirmó que
la hipótesis la planteó el propio Charles Darwin cuando desembarcó en el
archipiélago.
De acuerdo con Guilherme, tras notar que en cada isla del archipiélago
había especies diferentes de tortugas terrestres gigantes de origen
continental, el autor de "El origen de las especies" concluyó que los
animales sólo habían podido llegar desde Suramérica agarrados a troncos o
encima de árboles.
En la zona se han encontrado más fósiles
"No podemos afirmar categóricamente que las de la Amazonía son los
ancestros de las de Galápagos, pero sí podemos decir que las tortugas
gigantes que se extinguieron en Suramérica son del mismo género que las
endémicas del archipiélago. Eso nos da cierta certeza de que son sus
ancestro", afirmó Guilherme, quien aclaró que ese género no ha sido
hallado en ningún otro continente.
El Chelonoidis prehistórico fue encontrado en una región de la Amazonía
que en el Mioceno al parecer era cubierta por grandes lagos y que, por
esa razón, se ha convertido en una rica mina de fósiles.
En la misma región fue hallado el fósil más completo existente en
Brasil del Purussaurus brasiliensis, el mayor caimán del que se tiene
conocimiento en el mundo, así como un fósil del Mourasuchus nativus, una
especie de caimán típica de Suramérica que poseía un cráneo largo y
aplastado, y el fósil del caparazón de una tortuga Matamata (Chelus
fimbriatus) de cerca de dos metros de diámetro.
Entre los fósiles que han sido hallados en los últimos 30 años en
quince locales diferentes de Acre también figuran partes de mastodontes y
de perezosos gigantes.