Normalmente las ratas generan un desprecio y desagrado muy acentuado, especialmente por ser tan escurridizas y su fama de contagiar enfermedades. ¿Y cuánto miedo les generaría una rata del tamaño de un hipopótamo? En realidad no hablamos de una rata gigante, más bien algo más parecido a un capibara o a un carpincho, aunque mucho más antiguo.
Es que del lado uruguayo del Río de la Plata, un grupo de paleontólogos de este país ha anunciado el hallazgo del roedor prehistórico más grande del mundo, el cual pesaba más de una tonelada y tenía el tamaño de un auto.
El hallazgo consiste básicamente en un cráneo de nada más ni nada menos que de unos 50 cm de largo, y fue encontrado por un paleontólogo aficionado uruguayo hace ya varios años. El cráneo fue “sepultado” en el Museo de Historia Natural de Uruguay, hasta que recientemente se lo sometió a un análisis exhaustivo que determinó que su tamaño lo situaba en el primer lugar de los roedores en cuanto a dimensiones se refiere.
El Josephoartigasia monesi (ese fue el nombre que le fue adjudicado al roedor) vivió hace unos cuatro millones de años, y junto a los grandes marsupiales perteneció a la familia de grandes mamíferos de los períodos geológicos Plioceno y Pleistoceno.
Anteriormente a este hallazgo se creía que el roedor más grande de toda la historia era un animal encontrado en aguas de un río venezolano, el cual pesaba unos 700 kilos.
Toda la Cuenca del Plata en sí destaca por haber dado lugar a la proliferación de una fauna prehistórica sumamente diversa, la cual convirtió a esta zona en su momento en una de las más ricas en cuanto a animales prehistóricos refiere.
Este hallazgo es de notable importancia, pues da lugar a una búsqueda mucho más exhaustiva de mamíferos de esta clase en la región, y a su vez puede atraer la atención de universidades extranjeras interesadas en financiar proyectos paleontológicos abocados a estos fines, algo nada desestimable tomando en cuenta la carencia de recursos destinados a la investigación científica existente en Uruguay.