- Regresar a la página principal »
- La falsificación del «eslabón perdido» que se sostuvo durante cuarenta y cinco años
Posted by : Unknown
21 abr 2012
El hombre de Piltdown, uno de los mayores fraudes de la historia que sin duda merece la pena recordar hoy sus 50 años del descubrimiento del fraude.
Para hacerlo, nada mejor que comenzar por el cuadro que acompaña estas líneas, pintado por John Cooke en 1915, tres años después del famoso descubrimiento. En la escena aparecen algunos de los "científicos" que arrojaron a la luz el caso como F. O. Barlow, G. Elliot Smith, Charles Dawson, Arthur Smith Woodward (en la fila de atrás y de izquierda derecha), o A. S. Underwood, Arthur Keith, W. P. Pycraft, y Sir Ray Lankester (sentados en primera fila). Y entrecomillamos la palabra científicos porque la mayoría de estos hombres sostuvieron la teoría de que unos fragmentos de un supuesto cráneo humano y de una mandíbula de aspecto simiesco encontrados en Piltdown (un pueblo al sur de Inglaterra) y que, unidos, parecían pertenecer a una especie desconocida, constituían la prueba del "eslabón perdido" entre el hombre y el mono.
Lo peor de todo es que este decisivo hito en la paleoantropología se creyó verdadero durante cuarenta y cinco años hasta que por fin un dentista, A.T. Marston, determinó a través de distintas pruebas que algunos de los dientes de ese esqueleto correspondían a un orangután, el diente suelto a un mono y el cráneo a un ser humano de la época medieval. Alguien se había preocupado de limar los dientes para darles apariencia humana, y envejerlos en una solución de hierro y ácido crómico. Se sospecha que podría haber sido el médico y paleoantropólogo aficionado Charles Dawson, aunque también hay rumores que señalan a Arthur Conan Doyle, autor de Sherlock Holmes, o el jesuita Pierre Teilhard de Chardin.