3 jun 2012
La migración de África a Europa es uno de los temas más debatidos en Arqueología del siglo XX. Si bien se le atribuye el protagonismo de este hecho a homo erectus, las rutas aún están muy poco claras, y todavía no se sabe con certeza cuál fue la fecha precisa en la que ocurrió este significativo acontecimiento.
Esta vez, el fuego, uno de los “descubrimientos” más trascendentales en la historia de nuestra especie parece dar las pautas necesarias para conocer las características del ingreso de erectus al territorio europeo.
Es sabido que hace ochocientos mil años el hombre conocía el fuego y era capaz de transportarlo mediante antorchas cuando éste surgía espontáneamente en puntos aleatorios del territorio. Unas nuevas pistas a orillas del río Jordán dan las herramientas necesarias para conocer detalles de la migración de homo desde África hacia Europa, y más aún: conocer las primeras manifestaciones del control sobre el fuego.
Arqueólogos de la Universidad Hebrea de Israel encontraron a orillas de este río (uno de los puntos clave por los que pasó erectus en su migración hacia Europa) doce capas estratigráficas con elementos que hacen pensar que estos individuos de hace 790.000 años controlaban el fuego, lo cual les habría posibilitado migrar con mayor soltura y facilidad.
Los elementos hallados (entre ellos sílex quemado) analizados en su contexto dan cuenta de un uso y control del fuego que no se ha comprobado en poblaciones anteriores. Las doce capas estratigráficas demuestran una correlación en este aspecto, lo cual no deja dudas para Nira Alperson-Afil (directora del grupo de arqueólogos que han trabajado en este sitio) de que estos homo erectus controlaban el fuego.
Esto además les habría permitido moverse con mayor facilidad sobre el continente. Al controlar el fuego y no depender de su generación espontánea, los homo podrían haber migrado con mayor facilidad protegiéndose de depredadores y provistos de calefacción, lo cual les habría permitido abrirse nuevas puertas y encontrar nuevos destinos.
