14 ene 2013
Cien años atrás, el 18 de diciembre de 1912, el paleontólogo británico Arthur Smith Woodward presentó al mundo un fósil tentador: el más antiguo ancestro humano de Inglaterra, tal vez uno de los más antiguos homínidos del mundo. Mejor conocido como el Hombre de Piltdown, el "descubrimiento" resultó ser el mayor fraude en la historia de la paleoantropología. Es un crimen científico que los investigadores todavía están tratando de resolver.
El Hombre de Piltdown consta de cinco fragmentos de cráneo, una mandíbula inferior con dos dientes y un canino aislado. El fragmento del primer fósil fue descubierto supuestamente por un hombre que cavaba en lechos de grava en Piltdown en East Sussex, Inglaterra. El hombre le dio el fragmento de cráneo a Charles Dawson, un arqueólogo aficionado y coleccionista de fósiles. En 1911, Dawson hizo su propia excavación en la grava y encontraron otros fragmentos de cráneo, así como herramientas de piedra y huesos de animales extintos, como los hipopótamos y los mastodontes, lo que sugiere que los huesos del cráneo humano-como eran de una gran antigüedad. En 1912, Dawson escribió a Smith Woodward sobre sus hallazgos. Ellos dos, junto con Pierre Teilhard de Chardin, sacerdote jesuita y paleontólogo-volvió a las gravas Piltdown seguir excavando. Ellos encontraron otros fragmentos de cráneo y la mandíbula inferior. Al año siguiente, Teilhard de Chardin descubrió el diente canino solitario.
Smith Woodward reconstruyó el cráneo del hombre de Piltdown basado en la evidencia fósil disponible. Su trabajo indica que el homínido tenía un cráneo similar al humano con un cerebro grande, pero una mandíbula de simio muy primitivo. Smith Woodward nombre de la especie Eoanthropus dawsoni (Man Dawson Dawn). Fue el primer homínido encontrado en Inglaterra, y otros anatomistas se Piltdown como prueba de que la evolución de un cerebro grande era probablemente uno de los primeros rasgos que distinguían a los homínidos de otros simios.
En la época de los descubrimientos, el campo de la paleoantropología todavía estaba en su infancia. Los únicos otros fósiles de homínidos que habían sido encontrados en 1912 eran los neandertales en Europa continental y el Homo erectus aún más antigua de Indonesia. Como los fósiles adicionales fueron descubiertos en otros lugares, como África y China, se hizo más difícil ver cómo Piltdown encajar con el resto del registro fósil. La creciente colección de huesos de homínidos sugiere vertical caminar era la primera adaptación importante para evolucionar en los homínidos con aumentos en el tamaño del cerebro próximos millones de años más tarde después de la aparición del género Homo. Finalmente, en la década de 1950, se convirtió en claro por qué Piltdown era tan extraño: era una falsificación.
En 1949, el antropólogo físico Kenneth Oakley llevó a cabo pruebas de flúor en los huesos de Piltdown para calcular qué edad tenían. La prueba mide la cantidad de huesos de fluoruro han absorbido desde el suelo en el que están enterrados. Mediante la comparación de los niveles de fluoruro a los de otros objetos enterrados con edades conocidas, los científicos pueden establecer una edad relativa de los huesos. Con este método, Oakley determinado Man Piltodwn no era tan antiguo; los fósiles eran menos de 50.000 años. En 1959, el anatomista Wilfrid Le Gros Clark y antropólogo Joseph Weiner echó un vistazo más de cerca a la anatomía del hombre de Piltdown y se dio cuenta de los fragmentos de la mandíbula y el cráneo pertenecía a dos especies diferentes. El cráneo era más probable humano, mientras que la mandíbula se parecía un orangután. Rasguños microscópicos en los dientes de la mandíbula reveló que alguien había limado para que parezcan más a los dientes humanos. Y todos los huesos habían sido teñidos para darles un aspecto antiguo.
Dado que la verdad sobre el hombre de Piltdown fue revelado, ha habido muchos sospechosos implicados en la falsificación. Dawson fue el principal sospechoso. Pero murió en 1916, por lo que los científicos nunca tuvo la oportunidad de cuestionar su posible papel en el engaño. Teilhard de Chardin, que encontró el diente canino aislado por sí mismo, es otra posibilidad. Uno de los colegas de Smith Woodward, Martin Hinton, también pueden haber desempeñado un papel. En 1978, los trabajadores encontraron un viejo tronco de Hinton en el Museo de Historia Natural de Londres. El tronco celebrada dientes y huesos teñidos de una manera similar como los fósiles Man Piltodwn. A pesar de mucho interés y la especulación, nadie ha atado definitivamente ninguno de estos hombres a la broma.
Y ahora, un siglo después del anuncio del hombre de Piltdown, los científicos todavía están intrigados por el origen de la falsificación de los homínidos. Un equipo de 15 investigadores británicos están utilizando nuevos métodos para investigar el misterio. La datación por radiocarbono y las pruebas de ADN ayudará a identificar exactamente qué edad los huesos son y confirmar la mandíbula pertenece a un orangután. Las pruebas químicas también ayudará al equipo a identificar dónde procedía de los huesos y si todos estaban manchadas de la misma manera.
Será varios meses antes de que los análisis se han completado. Pero si resulta que todo el material se tiñó de la misma manera, o que proviene de la misma ubicación, entonces es más probable que una sola persona era responsable del fraude científico. Y esa persona es probable que sea Dawson. Resulta que Dawson fue responsable de al menos 38 hallazgos falsos durante su caza de fósiles aficionado carrera, el Telegraph informa. Chris StringerPiltdown, especula en un comentario en Nature que Dawson pudo haber cometido tales engaños en un esfuerzo por alcanzar la gloria científica.
Stringer, escribe que el hombre de Piltdown sirve como un buen recordatorio para los científicos a "bajar la guardia". Creo que también pone de relieve la importancia de la ciencia abierta en el campo de la paleoantropología. El fraude no fue descubierto hasta que los científicos no relacionados con el descubrimiento analizado la evidencia. Hoy en día, numerosas especies de homínidos se conocen sobre la base de sólo un puñado de fósiles que sólo un puñado de científicos han tenido la oportunidad de estudiar. De ninguna manera creo que algunos de estos fósiles podría ser falso. Pero otros científicos dando mayor acceso al registro fósil de los homínidos completa no sólo permitirá más errores que se detecten sino también estimulará nuevas interpretaciones y explicaciones de cómo nuestros ancestros evolucionaron.
Fuente: Smithsonian lamentamos que esta sea la última columna de Caza de Hominidos.
