El registro fósil paleontológico de los dinosaurios da cuenta de que los primeros reptiles saurópodos encontrados en nuestro planeta datan de 230 millones de años. Las primeras manifestaciones de la familia de los dinosaurios eran reptiles carnívoros, a los que el devenir del tiempo y la evolución terminó diversificándolos en una rama de dinosaurios herbívoros.
Si bien se tiene claro que los dinosaurios carnívoros son anteriores a los herbívoros, no se sabe cuándo exactamente ocurrió esta divergencia, conocimiento que sería vital para trazar con precisión el árbol evolutivo de los dinosaurios. Sin embargo, un reciente hallazgo fósil parece arrojar pistas interesantes sobre el asunto.
Los heterodontosaurios eran animales pequeños, de no más de un metro y medio de tamaño extendido sobre el suelo, cuyos hábitos alimenticios se creía que eran exclusivamente carnívoros. No obstante, la aparición del cráneo de un ejemplar joven de esta especie demuestra que esta especie pudo haber sido el punto de inflexión evolutivo desde los dinosaurios carnívoros hacia los herbívoros.
La dentadura de este esqueleto combina dos clases de dientes. En primer lugar pueden percibirse caninos largos y afilados, propios de los dinosaurios carnívoros. Sin embargo, también aparecen molares planos que le ayudarían al heterodontosaurio a triturar plantas y vegetales con facilidad, lo cual estaría dando cuenta de que este animal estaba experimentando una transición desde hábitos carnívoros hacia hábitos herbívoros.
El hallazgo resulta clave, pues con él podría situarse a esta especie (que vivió alrededor de hace 190 millones de años) en el nudo de divergencia hacia formas reptiles herbívoras, cuyas otras manifestaciones engloban famosos dinosaurios como el diplodocus, el tricératops o el braquiosaurio.