Un espacio dedicado totalmente a los organismos protistas se encuentra en la región de Guangzhou, en China.

Más de 100 esculturas de mármol, granito y arenisca adornan el Foraminifera Sculpture Park que cuenta con casi cinco mil metros cuadrados, homenajeando a los diferentes tipos de foraminíferos del mundo.

Los foraminíferos eran creaturas unicelulares, con concha, que habitaban en las aguas durante el período Cámbrico. Eso sí, lo que tienen de simples lo tienen de hermosos.

La construcción del parque fue idea de Bilal Haq, un biólogo marino de Virgina, que después de visitar una exposición de modelos escala de estos fascinantes organismos creada por Zheng Shouyi, pensó que serían excelentes esculturas.

Entre los dos presentaron el proyecto a diversas instituciones para conseguir el financiamiento y finalmente convocaron a artistas locales para crear piezas únicas, y fieles a la fisionomía de los organismos, para adornar un hermoso parque.

Según Haq, ya era hora de darle a los foraminíferos la importancia que se merecen. Aparecieron en la tierra desde hace 330 millones de años y son unos verdaderos artesanos – a pesar de no ser nada complejos – pues crean sus esqueletos con carbonato de calcio que extraen del agua, uniendo las partículas con una especie de pegamento que secretan sus mismos cuerpos.

Sus caparazones varían en forma y tamaño, así como en complejidad. Desde tubos largos sin mucha elaboración a conchas complejas con espirales. Hay más de 4,000 especies habitando en las aguas de los mares y más de 40,000 de los que se tenga conocimiento a lo largo de la historia.

Un parque poco usual que definitivamente valdría la pena conocer si alguna vez se encuentran por ahí.